lunes, 5 de octubre de 2009

El abrazo de la lectura

El abrazo de la lectura (Fernando Fernán Gómez)

26/11/2007 Lectura y lectores Lecturas 9
Ya entre ellos se observaban diferencias sociales. Los más baratos cabían en la palma de la mano, su letra era casi ilegible y tenían las mejillas manchadas de tiznones como de carbón o de tinta de escribir palotes, curvas y garrotes. No parecían pensados para que los leyeran los niños, sino las abuelitas, desojándose, al borde de la cuna. En cambio, los más caros, en octavo, se leían con facilidad y tenían letras de oro en la portada.Vinieron después los libros de aventuras. Cuando aún no se ha llegado a la adolescencia, cuando aún no nos han amaestrado y no nos han inyectado en el cerebro la suficiente cantidad de resignación, nos asombra dolorosamente la monotonía de la existencia. ¿Cómo es posible -se pregunta el niño-, haber pasado ocho años padeciendo esta sórdida repitición cotidiana?. Los libros de aventuras, con su mentira piadosa, le abren las puertas de la esperanza.Los libros escondidos. Los libros secretos. Hay que tenerlos debajo de los libros de texto. Leerlos cuando no nos ven nuestros mayores o los profesores, en el colegio. Son libros de aventuras, novelas folletinescas, policiacas. Y muy pocos años después -no años, meses-, novelas pornográficas. Qué inefable placer me proporcionan esas lecturas. Aldous Huxley dijo: "una orgía real nunca excita tanto como un libro pornográfico". Y con esto no intento sugerir a nadie que abandone las orgías. Pero también el libro tiene enemigos entre los de su propia especie. En mi caso personal, fueron los libros de texto del bachillerato. Qué repulsión, qué aversión me inspiraron. Odio al libro, odio a la lectura, odio al conocimiento. Por fortuna, había en Madrid muchísimos puestecillos callejeros en los que vendían a mitad de precio noveluchas de segunda mano, o de tercera o cuarta, sobadas y requetesobadas, noveluchas de aventuras, policiacas y también verdes. Aquellos puestecillos hicieron que se conservara vivo mi amor al libro, que los catedráticos escritores habrían conseguido asesinar. En la guerra de libros -como no puede ocurrir en las guerras de verdad- , ganaron los pobres.Aparecieron después los que algunos consideran enemigos del libro: el cine, la radio, la televisión... son, es cierto, otros medios de difusión de la poesía, y también de la música y de las artes plásticas. Pero, aunque enemigos en cierto aspecto, es dificil que derroten al libro, ni creo que pongan en ello interés, El libro les lleva la ventaja de la corporeidad, de la cercanía. El libro lo tengo, lo poseo, puedo incluso darle achares, no mirarlo, no leerlo y, sin embargo, conservarlo. No es efímero. Puedo también tenerlo en las manos, acariciarle el lomo como a un perro amigo, hojearlo, sobarlo, puedo besar algunos de sus renglones si me han conmovido. Tanto si es un libro lujoso, encuadernado en suave piel, como si es un libro popular, de los que se doblan y se pliegan sumisos para ser leidos en la cama, con los que uno puede acostarse sin muchas dificultades (... )Echo una mirada a la biblioteca. Cuántos libros en ella que ha devorado el olvido. Y cuántos que ya no podré leer. Quiero decirles a esos libros que no leeré nunca, que no se sientan despreciados. Sí sé que no los leeré es porque estoy en esa edad en la que al tiempo se le ve volar como a un gorrión asustado, en la que se nos escapa como agua en un cesto, en la que huye como algunos queridos recuerdos. Pero al decir adiós, que un libro me abra sus brazos y repose sobre mi pecho."

9 comentarios:

  1. Hola Ofelia, creo que compartimos este sentimiento, y respecto a lo que escribes, me parece muy interesante lo que dices de crear el gusto por la buena comprensión de la lectura, pues como sabemos nuestros alumnos no saben leer y estadíaticas internacionales nos indican que tenemos un retraso en este aspecto pues, casi ocupamos el último lugar

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  2. Hola Raquel:
    Para mi los viernes por la tarde son mágicos, porque me traslado al mundo de la imaginación con los niños.
    Ofelia

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  3. Buen día Ofelia.
    El gramento que publicas está lleno de mucha magia y verdad, es cierto que los libros encierran misterio, suspenso, imaginación, creatividad, crecimiento y más. Desafortunadamente la lectura se asocia con castigo y por eso muchos la odian y no ven todas las ventajas que esta ofrece. Así que considero que uno si no es que el principal enemigo de los libros es el hombre, quien los destruye, mutila, olvida y menosprecia.
    Así que tenemos un gran reto como docentes, al inculcar el respeto y amor por la lectura.
    Gracias Lorena

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  4. Hola ofelia, desde tu trinchera, qué recomiendas para que los alumnos de bachillerato lean y no se enganchen en las investigaciones de internet que muchas veces ni siquiera analizan. Tenemos un gran reto.

    Saludos.

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  5. Buen día tutora Ofelia

    Que fragmento tan ilustrativo para ejemplificar lo cada uno de nosotros hemos vivido al confrontarnos con la lectura, no así con un libro.

    En algunas líneas me sentí identificada, ya que en verdad he tenido cómplices solitarios de aventuras y desventuras, me refiero a esos textos maravillosos que nos transportan a mundos inimaginables, los libros.

    Como los verdaderos hombres y las verdaderas mujeres, los libros no se dan a la primera ni con cualquiera. Así que heme aquí cortejando libros para seducirlos y dejarme seducir.

    Gracias
    María del Carmen Vázquez Fuentes

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  6. Hola Maestra Ofelia:
    Me parece muy interesente el tema.
    Al leerlo, deja esa espinita a la reflexión, ya que plantea un caso especial en el que nosotros como educadores del nivel bachillerato, podríamos seguir cultivando algo que ocasiona graves problemas en nuestros alumnos. Saludos.

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  7. Bueno, me siento como el que narra: a esos libros que no leeré es porque estoy en esa edad en la que al tiempo se le ve volar como a un gorrión asustado, en la que se nos escapa como agua en un cesto, en la que huye como algunos queridos recuerdos...
    Que etapa de nuestro recorrer corriendo verdad. Sin embargo asi pasa, se nos va la vida decía un amigo.

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  8. Maestra Ofelia:

    El artículo del peruano Fernando Fernán Gómez, El abrazo de la lectura, es una perenne invitación a visitar los libros como fuente inagotable de vivencias, conocimientos, experiencias y saberes.

    ¡Qué bueno que nos acerca a este mensaje, tan profundo y lleno de actualidad!

    Los libros siempre están presentes. Humildes, callados, en los estantes, pero siempre prestos a abrir sus páginas de inagotable acervo de vida, a los lectores que así lo deseen.

    Afectuosos saludos, Maestra Ofelia.

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